Historias de Viaje

Bolonia: 7 sitios históricos que no te puedes perder

Descubre qué ver en Bolonia: 7 sitios históricos, secretos escondidos y rincones únicos que harán tu visita inolvidable

Última actualización:

17 September 2025

En Bolonia, conocer y comer van de la mano. Pero en este artículo quise enfocarme en la parte histórica y cultural, porque hay mucho por ver y descubrir más allá de la mesa (aunque también tengo un post dedicado solo a la comida).

Bolonia es una ciudad con siglos de tradición. Por algo la llaman La Dotta, La Grassa y La Rossa:

  • La Dotta (la sabia) porque aquí está la universidad más antigua del mundo, fundada en 1088. Fue cuna de filósofos, científicos, pensadores, escritores y poetas como Dante Alighieri, Nicolás Copérnico y Marcello Malpighi.

  • La Rossa (la roja) por el color de sus tejados. Apenas abras la ventana de tu hotel o Airbnb verás ese mar de techos rojizos que parece sacado de una película.

  • La Grassa (la gorda) por su tradición gastronómica, con recetas que han pasado de generación en generación y todavía se preparan con autenticidad.

Yo me quedé 4 días en Bolonia, y fueron suficientes para sumergirme en su historia y su ambiente. Claro, existe la versión corta (visitarla un solo día), pero ese no es mi estilo de viaje.

Antes de empezar, un detalle importante: Bolonia esconde 7 secretos repartidos por la ciudad. Si caminas con esto en mente, la experiencia se vuelve mucho más divertida, porque vas a querer constatar los secretos por tu cuenta. A lo largo del artículo te señalaré cuáles son.

1. Piazza Maggiore, el corazón de la ciudad

Es el punto de partida ideal. Aquí se concentran varios de los monumentos más importantes:

  • La Basílica de San Petronio: la entrada es gratuita, pero recuerda vestirte adecuadamente. Dentro está el reloj solar más largo del mundo: Hay una parte de la iglesia que tiene un agujero en el techo y por ahí entra la luz. Cuando son las 12 del mediodía la luz pasa por una línea meridional que atraviesa toda la iglesia, ¡es supercurioso!

Esta basílica iba a ser la más grande del mundo, incluso más que San Pedro en Roma, pero la construcción se detuvo y las razones siguen siendo un misterio. Se puede ver como la fachada del frente tiene mármol sólo en la parte de la base y ladrillos en la parte superior.

  • Fuente de Neptuno: Además de su belleza, es famosa porque su tridente inspiró el logo de la marca de carros Maserati. Pero también guarda un secreto: dicen que cuando su escultor Giambologna terminó su obra, la iglesia se quejó porque el ‘paquete’ de Neptuno era demasiado grande.

  • Entonces, como acto de rebeldía (y con mucho sentido del humor) el escultor lo redujo de tamaño, pero el sobrante se lo añadió al pulgar de tal forma que la estatua vista desde cierto ángulo, muestra algo más. Aún no se sabe si es leyenda urbana o rebeldía, (este sigue siendo un secreto de Bolonia). 

  • La Torre del Reloj: Está ubicada en una esquina de la plaza. Subir cuesta 10 € y los escalones son angostos, pero vale la pena: puedes ver de cerca cómo funciona la mecánica del reloj y sentir que estás frente a un pedacito de ingeniería histórica que todavía marca el paso del tiempo en la ciudad. Cuando llegas a la parte más alta tienes una vista de 360 grados de los tejados rojos.

  • El Arco de los Susurros (Voltone del Podestà): otro de los secretos boloñeses. Si susurras en un extremo del arco, la persona en el otro lado te escuchará claramente. Se cree que durante la época de la peste en Bolonia se usaba para confesar a los enfermos, evitando el contacto directo.

2. Palazzo dell’Archiginnasio 

Un conjunto arquitectónico precioso que fue sede de la Universidad de Bolonia. Puedes entrar gratis al patio interior y los pasillos, pero si quieres ver el teatro anatómico y la Sala dello Stabat Mater de la biblioteca, cuesta 10 €.

  • Los escudos: las paredes y techos están cubiertos de miles de escudos que representan a antiguos estudiantes y profesores. Son verdaderas obras de arte con animales, flores, dragones y figuras heráldicas.

  • La biblioteca: fue mi parte favorita. Con más de 850.000 ejemplares antiguos, parece sacada de Hogwarts. Todavía hoy se usa una parte como sala de estudio, al estar allí vas a sentir una vibra “muy nerd”, sin duda te transporta al pasado.

  • El teatro anatómico: un salón de madera donde se hacían las clases de medicina. La mesa de disecciones está rodeada de estatuas de científicos, y en el techo Apolo, dios de la medicina, observando la escena. Las esculturas de los Spellati (figuras musculares sin piel) muestran con detalle anatómico cada fibra. Dato curioso: las bancas están inclinadas hacia abajo… ¡para que los estudiantes no se durmieran en clase!

3. Las torres de Bolonia 

En la Edad Media la ciudad llegó a tener más de 100 torres medievales, construidas por familias nobles como símbolo de poder: cuanto más alta, más prestigio. Hoy quedan unas 20, pero no tienen acceso al público. 

Las dos más famosas son la Torre Asinelli (que está muy inclinada, más que la torre de pisa) y la Torre Garisenda.

4. La ventanita de Via Piella 

Este es un secreto bien guardado de Bolonia. Es una ventana en un muro que, al abrirla, revela el Canale delle Moline, un canal oculto que hace recordar a Venecia. Es otro de los secretos de Bolonia, porque casi nadie espera encontrar agua en medio de la ciudad. Una “pequeña Venecia” boloñesa.

5. La Basílica de San Luca 

Está en lo alto de una colina, fuera del centro histórico. Para llegar puedes:

Tomar el mini tren turístico (5 €) o subir caminando, lo que toma casi una hora.
Dentro está la Madonna de San Luca, patrona de Bolonia.

Para volver puedes bajar a pie recorriendo los 666 pórticos que conectan la colina con la ciudad (casi 4 km de arcadas). Este número, 666, ha alimentado teorías apocalípticas, aunque quizá sea solo coincidencia pues hace parte de los Secretos de Bolonia.

6. Caminar por el Quadrilatero 

Es la parte más animada del centro, donde las calles forman un rectángulo lleno de mercados, restaurantes y bares. Es perfecto para sentarte a picar una tabla de quesos con prosciutto di Parma, probar una tigella (panecillo relleno) o simplemente para tomarte un bolonia spritz y ver la gente pasar. 

7. Perderse en las calles 

Un consejo muy personal: deja una mañana sin programar nada y sal a caminar sin mapa. Déjate guiar por lo que te llame la atención: un fresco en un techo, una tienda de productos típicos, un café escondido. Bolonia recompensa a los curiosos con historias inesperadas.

Bonus tip: mira siempre hacia arriba 

En Bolonia los techos suelen estar decorados con frescos y murales hermosos. Muchos pasan desapercibidos por ir con prisa… pero si levantas la vista, descubrirás arte en lugares que parecen simples pasajes.

En conclusión

Bolonia es una ciudad que se disfruta sin prisa, entre historia, secretos y callejuelas llenas de encanto. Es literal cuando digo que cada rincón tiene algo que contar. Si eres amante de la historia, lee muy bien sobre los lugares que te llamaron la atencion para que cuando llegues a verlos ya tengas idea. O únete a un tour para que te expliquen bien.  

Si te das cuenta te deje solo 4 de los 7 secretos de Bolonia, para que descubras los otros tres por tu cuenta. 

Si decides venir, recuerda: Bolonia no es solo para comer, es también para mirar, apreciar y dejarte sorprender.

Escrito por
Headshot of Lina Avila Henao

Lina Avila Henao

Creadora