Historias de Viaje

Los azulejos de Portugal: un arte arabe con sello portugués

Descubre como los portugueses heredaron los azulejos y cómo estas elaboradas piezas pasaron de tener diseños geométricos a contar historias en las fachadas de iglesias y estaciones, convirtiéndose en un símbolo de la identidad portuguesa.

Última actualización:

23 April 2025

Nada es más representativo de Portugal que un azulejo. Basta con recorrer cualquier calle de Porto o Lisboa para encontrarlos cubriendo fachadas de casas, iglesias, estaciones de tren o plazas. Son parte de la arquitectura urbana y crean un distintivo artístico para Portugal. 

Curiosamente, mis dos visitas a Portugal han comenzado en Porto y agradezco al destino que haya sido así porque Porto es probablemente la ciudad donde más pudé admirar la belleza de los azulejos. Las fachadas de las casas están vestidas con miles de pequeños azulejos de colores o con formas geométricas que, desde lejos, parecen un tejido o mosaico.

También se encuentran los azulejos decorando la fachada de edificios históricos y las iglesias, y aquí cumplen otra función: cuentan una historia. Muchas veces se agrupan formando grandes paneles con escenas religiosas, figuras humanas, batallas o paisajes.

¿Qué es un azulejo?

La palabra azulejo viene del árabe al-zulaij, que significa "pequeña piedra pulida" otros autores dicen que la palabra significa baldosa cerámica cubierta con esmalte opaco. El origen de esta técnica decorativa se remonta a los tiempos de Egipto y Mesopotamia. 

Sin embargo, fue hasta mucho después que llegaron a la Península Ibérica luego de la ocupación musulmana en el siglo XIII.  La primeras ciudades en decorar con azulejos fueron Toledo, Málaga y Sevilla.

Los azulejos no sólo eran bonitos, si no que ayudaban a mantener frescos los interiores y a proteger las paredes de la humedad.

¿Cómo llegaron los azulejos a Portugal?

Los primeros azulejos en Portugal aparecieron hacia finales del siglo XV, cuando el rey Manuel I visitó España y quedó impresionado por los palacios decorados con cerámica en Sevilla. Desde entonces, Portugal comenzó a importar azulejos pero también rápidamente empezó a desarrollar su propia producción.

Lo interesante es que, aunque la técnica y la idea vinieron del mundo árabe, los portugueses lograron darle un estilo único. 

La evolución del estilo portugués

Al principio, los azulejos eran en su mayoría geométricos. Los árabes pintaban figuras geométricas porque daban la sensación de nunca acabar, para ellos representaba lo eterno, lo divino. Otra razón es porque el mundo islámico en esa época era muy avanzado en matemáticas, geometría y astronomía, entonces saber crear estos diseños complicadisimos demostraba conocimiento, técnica y maestría.

Con el paso de los siglos, sobre todo en los siglos XVI y XVII, el arte de los azulejos se vio influenciado por el renacimiento (aparecieron las figuras humanas y las escenas bíblicas) y por el periodo Barroco (empezaron a aparecer azulejos de solo color azul y blanco, inspirados en la porcelana China). Las estructuras se fueron llenando de escenas religiosas, mitológicas, marítimas, e incluso de la vida cotidiana.

Más que decoración

Portugal es, sin duda, un país donde las paredes hablan en lenguaje de los azulejos. Tengo varios ejemplos (específicamente en Porto) de lugares que sin duda debes incluir en tu visita porque tienen una gran cantidad de azulejos. 

  • ​Los azulejos de la estación de tren São Bento  representan escenas significativas de la historia de Portugal. Batallas, conquistas y representaciones de la vida rural. Son más de 20.000 azulejos que adornan la estación. 

  • Los azulejos de la capilla de las almas que está ubicada en la Rua de Santa Catarina forman escenas narrativas de personas o  momentos concretos de la vida de San Francisco de Asis. 

  • La fachada lateral de la Igreja do Carmo está adornada con un impresionante mural de azulejos azules y blancos que representan escenas relacionadas con la fundación de la Orden Carmelita y el Monte Carmelo

Hoy en día artistas modernos han usado los azulejos para crear diseños más coloridos y más contemporáneos, pero siguiendo la tradición de decorar fachadas con ellos. 

Fuentes consultadas: Museu Nacional do Azulejo (Lisboa), Instituto Camões, y artículos sobre historia del azulejo en la Península Ibérica.

Escrito por
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Lina Avila Henao

Creadora